Ráquira, un encantador pueblo boyacense conocido por su tradición alfarera, es uno de esos destinos que parecen detenidos en el tiempo. Sus fachadas coloridas, su atmósfera tranquila y su riqueza cultural lo convierten en una parada imperdible para quienes buscan una experiencia auténtica en el corazón de Colombia. Si estás planeando una escapada y te preguntas qué hacer en Ráquira, este nota te lleva por cinco planes imperdibles que combinan historia, creatividad y naturaleza.
Llegar a Ráquira es más fácil de lo que muchos piensan. Los primero que desbes hacer es buscar tiquetes a Bogotá, desde la capital, el viaje dura alrededor de cuatro horas por carretera, que puedes hacer arrendando un carro o camparando precios en buses.
La ruta más común es tomar la vía hacia Tunja, seguir hasta Villa de Leyva y desde allí continuar por una carretera secundaria hasta Ráquira. También puedes camparar precios en buses desde la Terminal de Transportes de Bogotá hasta Chiquinquirá o Villa de Leyva, donde puedes hacer una conexión hacia Ráquira.
Para quienes buscan más comodidad, existen tours organizados desde Bogotá que incluyen transporte y guía, ideales para una experiencia sin preocupaciones.
Más allá de su fama como cuna de la cerámica artesanal, este pueblo ofrece una experiencia integral que involucra tanto a los sentidos como a la memoria. Los visitantes pueden recorrer talleres tradicionales, participar en actividades creativas, conocer su historia religiosa y explorar sus alrededores naturales. Así que si estás pensando en qué hacer en Ráquira, prepárate para dejarte sorprender por un destino que combina tradición y encanto.
Sin duda, uno de los planes más representativos para quien busca qué hacer en Ráquira es participar en un taller de artesanía. Ráquira ha sido durante siglos el epicentro de la alfarería en Colombia, y aquí los visitantes tienen la oportunidad de ver a los artesanos en acción e incluso moldear sus propias piezas de cerámica.
Una excelente opción es el taller de artesanía en Ráquira, donde podrás aprender sobre las técnicas ancestrales de modelado y esmaltado del barro. Esta experiencia no solo conecta al turista con la cultura local, sino que también le permite llevarse a casa un recuerdo hecho con sus propias manos, algo único y muy significativo.
Para quienes tienen interés en el patrimonio religioso e histórico, otra gran opción sobre qué hacer en Ráquira es visitar el Monasterio de La Candelaria, ubicado a solo unos minutos del pueblo.
Fundado en el siglo XVII por los padres agustinos, este monasterio es uno de los más antiguos de Colombia y ofrece una atmósfera de paz y espiritualidad, además de una arquitectura colonial bien conservada. El recorrido por sus pasillos, jardines y capillas es una oportunidad para conocer más sobre la historia del país, mientras se disfruta de un entorno apacible y muy fotogénico.
Pocos saben que muy cerca de este colorido pueblo se encuentra un pequeño pero impresionante desierto. Explorar el desierto de La Candelaria es una propuesta diferente para quienes se preguntan qué hacer en Ráquira y buscan contacto directo con la naturaleza.
Sus formaciones rocosas y caminos polvorientos ofrecen un contraste hermoso con el verdor de la región boyacense. Es ideal para hacer caminatas cortas, tomar fotos únicas y reflexionar mientras se contempla el paisaje. No es necesario ser un senderista experto, pero sí se recomienda llevar calzado cómodo, protección solar y agua. Además, esta actividad puede combinarse fácilmente con una visita al Monasterio, ya que están muy cerca el uno del otro.
La plaza principal es el corazón del pueblo, y recorrerla es una de las primeras respuestas a la pregunta qué hacer en Ráquira. Enmarcada por fachadas coloridas, balcones llenos de flores y una iglesia colonial, este lugar es ideal para disfrutar de un ambiente relajado mientras se visitan las múltiples tiendas de artesanías.
Aquí se encuentran desde vajillas y floreros hasta objetos decorativos únicos, todos hechos a mano. Además, es común ver a los artesanos trabajando a la vista de todos, lo cual hace que la experiencia sea aún más enriquecedora.
No dejes de probar las delicias típicas de la región en los cafés y restaurantes alrededor de la plaza, perfectos para recargar energía antes de seguir explorando.
Otra respuesta deliciosa a la inquietud de qué hacer en Ráquira es disfrutar de su variada oferta gastronómica. La cocina boyacense está presente en cada esquina del pueblo, con platos como el cocido boyacense, la changua, el mute y la tradicional arepa boyacense.
Muchos de los restaurantes locales conservan recetas heredadas por generaciones y utilizan productos frescos de la región, lo que se traduce en sabores auténticos y reconfortantes.
Algunos locales también ofrecen preparaciones innovadoras a base de ingredientes tradicionales, ideal para quienes quieren probar algo nuevo sin perder el sabor local. Sin duda, sentarse a comer en Ráquira es otra forma de conocer su cultura y de saborear su identidad.
Definitivamente sí. Este pueblo mágico de Boyacá no solo destaca por su belleza y tradición, sino por la autenticidad de las experiencias que ofrece. Si estás planificando un viaje por carretera o una escapada de fin de semana, incluir Ráquira es apostar por un destino que enamora a cada paso. Ya sea por su gente amable, su arte ancestral o sus paisajes únicos, este rincón colombiano merece estar en la lista de cualquier viajero curioso.
Ráquira es mucho más que un pueblo artesanal: es un punto de encuentro entre la tradición y la creatividad, entre la calma del campo y la vitalidad de su gente. Ahora que sabes qué hacer en Ráquira, no hay excusas para dejar pasar la oportunidad de visitarlo.